A prisa por la vida desde horas tempranas,
con la alforja, de sueños y esperanzas, cargada;
escasa en pretensiones y en apetencias vanas,
sin darle a mi descanso, en ruta, una parada.
…..
Ni un año ni un segundo, ni un respiro en sudor,
peregrino incansable que labra su camino;
y su horizonte propio, resuelto y sin temor,
como construye el viento su lejano destino.
…..
Al andar, voy contando las piedras y las cuestas,
oigo la voz que dice: no es opción desistir;
como no es al sol anclarse en una de sus puestas,
ni a las olas, en volver, negarse a insistir.
…..
Ahora que miro atrás mi largo recorrido,
le reprocho a mi senda, en absorto embeleso,
que, sin darle a la vida, mi existencia la vivo,
aunque sea un segundo de expedito receso.
…..
Y a veces, solo a veces, recojo una migaja,
del tiempo que doy todo, sin que nada me quede;
para que el corazón asuma la palabra,
irrigue la existencia y, a la prisa que espere.
……
Y darme a mí un momento, solamente un instante,
de besar el silencio y hacer que para un verso;
y después no reclamo el tiempo por delante,
pues me basta y me sobra con tan sólo un receso.
RF. RECESOS. Santo Domingo, octubre 21 de 2024.-