Queridos compañeros y amigos:
Calma, prudencia, aplomo, sensatez;
¡Por el partido, por el gobierno, por el país, por todos!
Apenas han transcurrido seis días desde las elecciones presidenciales y congresuales. Ni siquiera
se han recogido las vallas y los afiches de las carreteras, ni los desechos sólidos dejados en los
entornos de los centros de votación. Las Juntas Electorales Municipales aún revisan votos nulos y el
Tribunal Superior Electoral está conociendo requerimientos.
Todavía no ha terminado mayo y al cuatrienio gubernamental aún le faltan meses de ejecución. El
pueblo dominicano acaba de premiarnos -el pasado domingo, hace nada más que seis días- con su
voto.
Nuestro comportamiento debe estar a la altura de esa oportunidad y ese reconocimiento. No volvamos a pedirle a nuestro generoso pueblo más apoyo y atención electoral, a escasos seis días de
transcurridas las elecciones.
No derrochemos la confianza que él ha depositado en nuestro partido, en nuestros candidatos, y muy
especialmente en el compañero presidente Luis Abinader, timonel de la causa del cambio.
¿No les parece que seis días son muy poco tiempo para lanzar desde ya cerca de una decena de
proyectos presidenciales? ¿Eso nos sumaría o restaría respeto ciudadano?
Me parece que hasta nuestra militancia necesita un justo descanso luego de haber cumplido su
responsabilidad, ganar en sus territorios. Si algo le es prioritario y urgente a esa militancia y a esa
base perremeista, de organizaciones aliadas y movimientos de apoyo, es que le demos más y mejor
atención, ayuda y empoderamiento por parte de todos los funcionarios y dirigentes. Eso lo palpé en
mis tres recorridos por el territorio nacional.
Valiéndome de mi afianzada amistad con ustedes, de mi profundo amor al partido y mi condición de
abanderado del Liderazgo Trascendente que llevo 27 años impulsando, pido a mis compañeros
dirigentes que tienen legítimas aspiraciones a candidaturas presidenciales, dejar que en la paz de los
hogares se disfrute, celebre y conmemore sin proselitismo político el sagrado Día de las Madres este
domingo, que transcurra entre homenajes el Día de la Raza Inmortal, en junio; el Día de los Padres,
en julio; el aniversario de la Gesta Restauradora, en agosto; el Día de nuestra Señora de las Mercedes, en septiembre; el Día de la Raza, en Octubre; que acompañemos a la mujer dominicana en la conmemoración del Día de la No Violencia Contra la Mujer, en noviembre; y que en diciembre, celebremos la Navidad en familia, entre amigos, sin caravanas, altisonantes bocinas, encuestas de posicionamiento, juramentaciones y demás.
El pueblo dominicano no merece menos que eso. Él nos ha otorgado el poder y también puede arrepentirse si nuestro comportamiento no está a la altura. Cuando se expresan los pueblos no es legal, moral ni inteligente contradecirlos.
Démosle a la sociedad, incluyendo a nuestras bases, un merecido descanso. Y que, llegado el
momento oportuno, se inicie la competencia por la candidatura presidencial en el PRM, entre compañeros y amigos, con un adecuado protocolo y en igualdad de condiciones para todos los competidores.
Procuremos estar a la altura de la oportunidad de servirle que, con su voto, el soberano nos ha concedido.
Abrazo fraterno.
Roberto Fulcar Encarnación
Miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional