

El valor de los propósitos colectivos, de los desafíos sociales, de las aspiraciones generacionales y de los sentimientos que definen comunes denominadores en las aspiraciones de grupos, comunidades o sectores, es tan fuerte que convierte a estos en hilos inquebrantables y fundamentales de la identidad, los sueños y los motivos de existencia de los pueblos. Ser parte orgánica en la lucha por esos propósitos nos convierte en ciudadanos orgánicos, transcendiendo la condición de simples habitantes de un territorio.
Toda mi vida he combinado mi actividad profesional y académica con una intensa agenda social y política, que me ubica desde muy joven como un reconocido activista y dirigente social, habiendo ocupado diferentes posiciones dirigenciales de base y nacionales en organizaciones gremiales como la Asociación Dominicana de Profesores -ADP-, sociales como la Conferencia Nacional de Organizaciones Populares, Sindicales y Sociales, y el Consejo de Unidad Popular de la Región Sur.